¿Abandonado? Jamás
LEA: Isaías 49:13-16
Hace años, mientras mi esposo y yo visitábamos el Museo Smithsoniano
del Aire y el Espacio, en Washington, Estados Unidos, vimos que había un
cochecito de bebé sin nadie cerca. Supusimos que los padres lo habían
dejado allí y que estaban acarreando a su hijo en brazos, pero, cuando
nos acercamos, había un bebé durmiendo. ¿Dónde estaban los padres… algún
hermano… una niñera? Nos quedamos allí un rato antes de llamar a un
empleado del museo. ¡Nadie aparecía para reclamar al precioso niño! La
última vez que lo vimos, estaban llevándolo en su cochecito a un lugar
seguro.
Esa experiencia me hizo pensar en cómo será sentirse abandonado. Es
una sensación tremenda que nadie se preocupe por uno; un sentimiento
terriblemente doloroso. Pero aunque la gente nos abandone, el amor y la
presencia de Dios están asegurados. Él promete que nunca nos dejará
(Deuteronomio 31:8), que estará con nosotros dondequiera que vayamos,
«todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:20).El Señor nunca dejará de cumplir lo que les prometió a sus hijos. Aunque los demás nos hayan abandonado, podemos confiar en su promesa de que nada «nos separará del amor de Cristo» (Romanos 8:35-39).
La confianza en la presencia de Dios es nuestro consuelo.
13 el Señor ha consolado a su pueblo
y le tendrá compasión en medio de su sufrimiento.
Citas a las que hace referencia:
13 el Señor ha consolado a su pueblo
y le tendrá compasión en medio de su sufrimiento.
- 14 Sin embargo, Jerusalén[a] dice: «El Señor me ha abandonado;
el Señor me ha olvidado».
15 «¡Jamás! ¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho?
¿Puede no sentir amor por el niño al que dio a luz?
Pero aun si eso fuera posible,
yo no los olvidaría a ustedes.
16 Mira, he escrito tu nombre en las palmas de mis manos. (Isaías 49:13-16)
- 35 ¿Acaso
hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no
nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o
pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de
muerte? 36 (Como dicen las Escrituras: «Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero). 37 Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó.
38 Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios,ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. 39 Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor. (Romanos 8:35-39)
- 35 ¿Acaso
hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no
nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o
pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de
muerte? 36 (Como dicen las Escrituras: «Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero). 37 Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deja tu comentario