"...Aunque parezca que se demora en llegar, espera con paciencia,
porque sin lugar a dudas sucederá. No se tardará." - Habacuc 2.3
porque sin lugar a dudas sucederá. No se tardará." - Habacuc 2.3
Llegaré al laboratorio médico y tendré que esperar turno para que me hagan los chequeos. Saldré del laboratorio, subiré al automóvil, lo pondré en marcha, iré por mi camino, encontraré un semáforo en rojo y tendré que esperar de nuevo. Parece que la acción de esperar es algo normal en nuestra cotidianidad, de algun modo todos nos encontramos en la espera de algo: cumplir un sueño, ser sanados, encontrar a la pareja ideal, recuperar una amistad, entre muchas otras cosas.
Es claro que esperar no es nada grato y Dios lo sabe. Sin embargo, Él espera de nosotros, actitudes diferentes al enojo, el miedo y la queja. Es difícil tomar una actitud de alabanza, gratitud y confianza cuando las cosas parecen no mejorar y la espera parece interminable. Pero, ¿por qué no lo intentamos? ¿Por qué no empezamos este día llevando nuestros problemas al Señor mientras esperamos? ¿Por qué no alabamos mientras la espera sigue? Podemos hacerlo. Si nuestra actitud es de humildad, gratitud, alabanza y confianza en El Señor, descubriremos que ésta puede ser una de las experiencias más grandes para nuestra vida espiritual.
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